Seamos sinceros, el “concepto” de mujer actualmente ha dado mil vueltas, y no significa que eso sea malo, las mujeres podemos ser y significar lo que nuestro corazón y mente quieran, lo que sí no podemos ni debemos permitir es que la palabra mujer signifique “débil”, “sumisa” o “acompañante”.
Las mujeres siempre han sido vistas como las princesas y las que deben ser delicadas, bellas, o seguir un molde… pero déjenme decirles, no lo somos. Ser mujer es valorarte como el trato de princesa que mereces, pero no necesitar protección de un príncipe como las películas lo pintan. Ser mujer es ser y sentirte bonita, pero también ser y sentirte fuerte y capaz. Seguimos un molde, pero un molde de mujeres que actualmente nos impulsa para salir, buscar, sentir y gritar, el molde de atreverse.
Las mujeres también juegan fútbol y es tan válido como aquel hombre que disfrute del ballet, no se trata de pelear por quien es mejor, se trata de que todos creamos y veamos que la persona que quiera hacerlo puede si se lo propone sin importar su género.
Para mi hermana, mi mamá, mi mejor amiga, y para todas las que lean o no esto: tú puedes, lo estás haciendo muy bien.
Para toda aquella persona que crea que el género es propio de un rol en específico o es sinónimo de debilidad, te digo: crece. Crece y se testigo de todo el potencial que existe en las personas, de todo el potencial que existe en una mujer, y confía en que tu vida cambiará para mejor.
A ti: ingeniera, doctora, socióloga, comunicóloga, abogada, química, contadora, hija, madre, maestra, alumna… ¡Felicidades, lo estás logrando!
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